[vc_row][vc_column][dt_fancy_title title=”Cronica IM Klagenfurst ” title_size=”h3″ title_color=”custom” custom_title_color=”#000000″][vc_empty_space][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]Hasta hace unos años no había oído hablar de Klagenfurst. Ahora acabo de hacer un triatlón distancia y franquicia Iron Man allí. Para allí nos fuimos Lourdes y yo. Ella, siempre ahí, con su venga guapo, quiero creer que se refiere a mí.
Completando la buena compañía Jesús, Rosa y su niña Daniela…. Bueno, y alguien más. Yo llegaba un tanto preocupado aunque algo en mi interior me decía que no me iba a salir mal. No había hecho toda la bici que me hubiera gustado, pero llegaba muy bien corriendo. La natación, como siempre, a mi ritmo, sin grandes alegrías, pero teniendo buenas sensaciones en el agua.
Y fue bastante así. La prueba se iniciaba en un lago enorme, natación a una sola vuelta con los últimos 1000 metros por un canal al que se aproximaban los acompañantes de los aspirantes a Finishers. Me encontré muy cómodo. Podías orientarte muy bien y la verdad es que salí muy contento.
En boxes, cogiendo la bolsa de la bici me encuentro con Jesús. Pensaba que no iba a volver a verlo hasta la llegada. Me alegré un montón. Hicimos el resto de transición juntos, con la calma, cogimos las bicis y a rodar. Aquí ya Jesús se escapó y empezaba mi viaje en solitario para el que calculaba unas 6 horas que se alargaron algo más. La verdad es que regulé mucho, quería llegar bien a la carrera a pie y ciertamente lo conseguí. El circuito de bici era muy bonito, bastante sube y baja, pero ningún punto era extremadamente duro. Como anécdota, algo que si te lo explican casi no te lo crees… Kilómetro 120 de la bici, subiendo no tengo muy claro que puerto, cayendo una buena tormenta de verano que refresco el caluroso ambiente que tuvimos todo el día. A lo lejos veo un nombre en el dorsal que me es familiar. Veo que además es de Malta, con lo que no puedo dejar de preguntarle. Sí, era él. Un cliente maltés con el que había hablado infinidad de veces por teléfono e intercambiado correos pero al que no conocía en persona. Las risas por la sorpresa creo que aún resuenan por la zona.[/vc_column_text][vc_column_text]Volvamos a la carrera. Acabo la bici bien,bebo agua, me tomo la media carga de hidratos que me había dicho el míster y empiezo a correr. Cuesta, pensaba que estaba mejor… pero por suerte pasa rápido. En el kilómetro 3 empiezo a sentirme bien, muy bien. Y aquí hago gala de conocerme mejor que hace unos años. Toca regular. Y así lo hago. Comienzo a ilusionarme con la posibilidad de bajar de las 4 horas. Hasta el Kilómetro 39 iba con dos minutos de sobra más o menos. Ahí se acabó esa posibilidad. Una rampa en ambas piernas me bloqueó. Un minuto relajado, empiezo a caminar lento, un poco más rápido, a correr… no podía coger velocidad.
Poco a poco lo fui consiguiendo y me planto en el kilómetro 41 sin ninguna molestia, cosa de las endorfinas, imagino. Entro al sprint, con un par, claro que sí. Y muy contento. Ha sido mi mejor prueba, aquella en la que mejor me he encontrado. El trabajo tiene recompensa. Y si te planteas entrenar 100 y solo puedes entrenar 70, si esos 70 son buenos se nota. Es lo que ha conseguido nuestro míster. Una buena base que me hizo ganar seguridad a medida que avanzaba la carrera. Gracias Oscar. Sus correos durante semanas dando consejos y ánimos han sido de lo mejor del camino.
El año próximo no habrá asalto a ninguna ciudad desconocida. Será un viaje a una nueva experiencia en la que donde ahora somos 2 seremos 3. Y el 15 de Agosto de 2018 quizá me dé una vuelta por los alrededores de Embrun.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=”1/3″][vc_single_image image=”36527″ img_size=”large” alignment=”center” onclick=”link_image”][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_single_image image=”36528″ img_size=”large” style=”vc_box_rounded” onclick=”link_image”][/vc_column][vc_column width=”1/3″][vc_single_image image=”36529″ img_size=”large” alignment=”center” onclick=”link_image”][/vc_column][/vc_row]
