CRÓNICA LAIA MARTÍN

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Otra semana de competiciones, donde nuestros compañeros se han desplazado hasta Valencia, para disputar el campeonato de España de Triatlón en distancia olímpica y donde Laia Martín se ha proclamado campeona de España.

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Y después de mucho tiempo, de muchos días de entreno, de muchos momentos buenos y otros no tanto, llega la fecha más esperada de la temporada, el día 9 de septiembre se celebra la prueba que más ilusión me hace de todo el calendario: el Campeonato de España de Triatlón Olímpico en Valencia.

La salida de las chicas es a las 17:30 y somos un total de 142 inscritas entre todas las categorías. Quien me conoce, sabe que generalmente yo ya soy nerviosa de por sí, imaginaos en una prueba como esta… Aun así, tengo muchas ganas de saltar y ofrecer el máximo de mi misma.

Después de un largo rato en la cámara de llamadas, suena la música de inicio que te pone el corazón a mil, el latido tum-tum, tum-tum y finalmente, el grito de: “¡¡¡A sus puestos!!! ¡¡¡On Fireeee!!!”. Nos lanzamos de cabeza al agua y a nadar. Este segmento siempre es el que más respeto me da, es la disciplina que más me cuesta y la que más tengo que mejorar. Fue una natación bastante limpia, no recibí demasiados golpes. A la mitad, vi un par de chicas que me pasaban por el lado y me enganché a pies de ellas y creamos un grupo de unas diez/quince atletas. El primer grupo estaba bastante distanciado y no las íbamos a pillar, pero el ritmo que imponían ya me iba bien, así que me centré el resto de segmento en no desengancharme, que ya era un objetivo bastante difícil para mí.

Salí del agua en la 26ª posición, la transición era súper larga y pude pillar a alguna chica que había salido por delante, me puse casco, dorsal, zapatillas y ¡¡A por la bici!!

Este sector consistía en cuatro vueltas de 10 km, sin ninguna subida, pero con muchos giros, suelo húmedo (había llovido y chispeó durante algún km de la bici) y viento. Hubo muchas caídas, yo intentaba abrirme en todos los giros lo máximo posible aunque luego tuviese que apretar más en las rectas. Hubo muchos cambios de ritmo, pero en general, me sentí muy bien en este sector, me vinieron a la cabeza todos los entrenos de bici con el club, en el que me mato a intentar seguirlos y donde siempre hay alguna buena persona que me espera y me ayuda, llevándome a rueda y reenganchándome con el grupo (¡Gracias, de verdad, os lo agradezco de corazón!). Al ser una bici tan llana, con el grupo que iba pillamos a muchas por delante y algunas de atrás también nos pillaron, así que nos bajamos a correr juntas un grupo de 30 aproximadamente, donde iban tres chicas más de mi categoría (20-24).

Hice una transición rápida y a correr. Otra vez un circuito llano de 10km, con tres vueltas y algún giro. Las otras tres chicas de mi categoría salieron súper rápidas y vi que no podría seguirlas, mi ritmo era de 3:55/km y más no podía bajar porque si no petaría, además había hablado con mi entrenador de correr a 4:15/4:20, así que ya podía bajar el ritmo y hacer mi carrera o tendría que acabar caminando. Para mi sorpresa, en uno de los giros cuando llevábamos 800 metros ya vi a una chica y la pasé sin mucho esfuerzo a un ritmo de 4:05, mantuve el ritmo y cuando llevaba dos kilómetros ya había pasado a las otras dos chicas y les sacaba aproximadamente unos 15 segundos.

Al final de la primera vuelta, vi a Jordi que me animó muchísimo, pues él ya había acabado y había venido a ver mi último sector. Verle me dio muchísimos ánimos para mantener el ritmo, cada vez iba a pasando a más chicas, me daba miedo no aguantar y petar al final, pero me sentía tan bien corriendo que por eso arriesgué. Al final de la segunda vuelta volví a ver a Jordi (otro chute de energía) y me gritó: “Laia, vas tercera, a 30 segons de la primera”. Entendí que iba la tercera de mi categoría porque Jordi no me lo especificó, entonces pensé que aunque me había bajado a correr con tres chicas más de mi categoría, debía de haber dos más escapadas delante y en el sector de carrera a pie con los giros no las había visto. Pero como me sentía bien y era mi última vuelta apreté un pelín más y en el km 8 pasé a dos chicas, entonces la bici que guía a la cabeza de carrera, vino y me dijo: “¿En esta vuelta entras a meta ya, no?”, le dije que sí y en ese instante me di cuenta que iba la primera de todas las chicas, no solo de mi categoría. Apreté y en la recta final, la bici se paró, el hombre me dijo: “Felicidades campeona, disfruta de tu momento” y entré a meta sin creerme lo que estaba ocurriendo, habiendo corrido en 40:36 y con un tiempo total de 2:23:27.

Solo escribir esta crónica ya me emociona, son muchos nervios los que se viven antes de competir, mucha incertidumbre y muchas emociones mezcladas, la verdad es que estoy muy feliz por haber conseguido esto, pero soy consciente que todavía hay mucho por mejorar, pero como siempre, paso a paso y disfrutando del proceso.

Infinitas gracias a mis papis, a mi club, a mis compis y a mi entrenador. Sin vosotros no sería posible.

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