CRÓNICA JUANMA CÁRDENAS

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No dejéis de leer la crónica de nuestro compañero Juanma Cárdenas, de su experiencia vivida en el IM de Kona.

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Intentaré no hacer la crónica mas tediosa o aburrida de lo que ya una lectura ajena os pueda parecer, así que intentare ser conciso y concreto en sensaciones de Carrera sin aburriros con datos, estadísticas y demás.

Volaba a Hawaii el 5/6 de Octubre tras una temporada con 3 olímpicos, 6 medio IMs y 2 IMs ya en el cuerpo. Aunque las 2 últimas semanas al viaje los entrenos salieron bien y las sensaciones eran buenas he de decir que era mas que consciente de la gran carga de entrenos y competiciones que traía, y aun mas que eso de la gran falta de descanso y recuperación que por unas u otras razones no he podido satisfacer a los mínimos niveles. Dicho esto, la semana previa a la competición con 7 días por delante quería estar lo mas tranquilo y relajado posible en la casa, descansando/tumbado casi todo el día (mientras mi hermano y amigos disfrutaban de la belleza de la isla), eso si … haciendo algo cada día excepto el jueves 12 de Octubre; con este plan me presente el día de la competición con 73 días de entrenamientos de los 75 desde que empecé el bloque de 11 semanas para Kona … y de esos 73 al menos 65 días fueron con sesiones dobles/triples – sobran los comentarios.

Me encontraba muy muy confiado y con la sensación de poder hacer la mejor carrera de la temporada, ya que en todo 2017 no había conseguido rendir a mi nivel, y así lleno de autoconfianza me levantaba el Sábado 14 de Octubre a las 3.30am.

Una vez llegado al lugar de la carrera paso por body marking y me dirijo a inflar neumáticos, anclar zapatillas en la bici y colocar la nutrición/hidratación para la bici, así como dejar las bolsas de avituallamientos propios para sector de bici y carrera – todo en orden y muy tranquilo, mas de lo normal para ser unos campeonatos del mundo; el primero que disputaba … pero seguro que no el ultimo!

Con tiempo para poco me despido de mi tropa y les digo “nos vemos en un rato” y me dirijo a pasar un rato con las señoras Soledad y Tranquilidad (mis 2 mejores acompañantes de la vida), estando con ellas sueña el cañón de la salida de los PRO masculinos (6.25 am). Tras el cañonazo me dirijo al pontón y veo como los GE se amontonan en la pequeña y estrecha entrada al Pier (somos mas de 1700 GE masculinos) y la gente se pelea por entrar lo mas pronto al agua y poder colocarse en la primera línea. Conocedor de mis limitaciones acuáticas decido colocarme en una zona relativamente tranquila y en una 3ra línea para no ser sobrepasado por demasiados triatletas.

La salida es limpia y no me llevo casi ningún golpe porque siempre busco espacios y huecos sin otros atletas, haciendo natación a mi discreto ritmo y sin entrar en guerras que no sean mías, el ritmo de brazada es bueno y me siento cómodo … así hasta llegar al gran barco que marca los 1.900 metros y punto de retorno, es tras este punto donde sigo nadando en solitario mas bien a la izquierda de la gran fila cuando empiezo a notarme algo mas cansado y veo como otros triatletas que habíamos estado juntos hasta ese momento se me empiezan a escapar y algunos van llegando por detrás … el regreso al Pier se me hace muy largo y tengo ganas de salir del agua, empiezo a pensar que el tiempo será peor del esperado y las malas predicciones se hacen realidad cuando salgo en 1:10 aprox según el reloj oficial …. Solo me quito gorro y gafas, los echo en la bolsa y me dirijo a coger la bici sin parar un segundo …. Creo que pude adelantar a 300 triatletas en la T1.

En cuanto pongo pie en bici y anclo zapatillas escucho un chirrido incómodo y noto que la bici va frenada descaradamente, por lo tanto me paro y bajo e intento diagnosticar el problema (hay cientos de triatletas a mi alrededor pasándome y miles de aficionados gritando/animando), a la primera saco el cierre de la rueda trasera e intento centrar la llanta que parece que roza algo …. Pero tras reincorporarme el ruido y frenado persiste y tengo que volver a poner pie en tierra, esta vez consigo detectar el “toque” cubierta/cuadro y me reincorporo ya sin el dichoso ruido.

Los primeros 15 km del sector de bici es un circuito urbano de ida y vuelta repleto de aficionados y con cientos de triatletas donde se hace imposible adelantar y esa era la estrategia … una vez salía de Kona y me metía en la Queen K me pondría mis watios y a tirar. Es justo ahí, cuando llevo 1 km en la Queen K y empezaba a meter la velocidad de ritmo cuando un error de principiante soltando una mano del acople al adelantar a otro atleta e ir mirando donde no debía ir mirando (al compañero que estaba pasando) cojo un bache, pierdo el equilibrio y control de la bici y tras tambalearme de lado a lado caigo y me arrastro por el renovado asfalto …. La caída, aunque a 45km/h, es limpia y sin daños serios ni aparentes en mí, en esos momentos me voy levantando y digo “buahh, ojala la bici tenga algo irreparable y me haga retirarme de esta p… competición, vaya pesadilla”; el sistema de hidratación delantero ha salido disparado a la cuneta y me voy a recogerlo mientras observo como el desviador trasero se ha golpeado y doblado, lo centro a la fuerza y llega una furgoneta de asistencia técnica que le da el ultimo alineamiento y comprueba que los cambios traseros funcionan correctamente …. Emprendo la marcha y la competición sigue, el sistema de hidratación ha quedado sin fijación y me quedan unos 160 km por delante donde tendría que ir sujetándolo …

Es un momento psicológico duro, muy duro …. Sabía que la competición estaba ya perdida, sobre todo psicológicamente y no sabía que pensar y me limite a no hacerlo simplemente e ir dando pedales hasta que los pensamientos se fueran diluyendo …. A ratos mejor, a ratos peor, pero por lo general sin fuerza ni ánimos sobre la bici …. Sobre todo tras el punto de retorno cuando veo que a gente que había pasado casi sin forzar en la primera mitad del circuito me alcanza y me mantiene el ritmo …y yo voy muerto! Un triatleta me dice “que cuando me levanto de la bici y bailo sobre ella la cubierta roza” … y le digo, “ya me da igual, lo único que quiero es que esta p… pesadilla termine!!! Me cuesta comer y voy muy flojo, he estado tirando sin la mayor fuerza del ser humano y muy probablemente la mia, la fuerza mental! He pedaleado 180km por el circuito ciclista más conocido del circuito IM y no he disfrutado ni un solo km … fue simplemente durísimo, porque cuando te falla lo mas importante (la mente) ni un solo musculo rinde como ha de rendir.

Llego a la T2 y percibo lo duro que se me puede llegar a hacer, hace muchísimo calor y me calzo zapatillas, dorsal, gafas, etc con una toalla mojada de agua fría en la cabeza (va a tocar ir refrigerando el cuerpo si queremos acabar la maratón corriendo). Al salir a correr salgo bien y no quiero forzar para nadar, eso sí, me digo que se corre “de avituallamiento en avituallamiento” y en los avituallamientos se anda para refrigerarte con agua helada y hielo en sienes y muñecas (llevo muñequera y bandana para poder colocar pedacitos de hielo en partes criticas del cuerpo), el ritmo de carrera es bueno pero siempre deseo que lleguen los avituallamientos para refrigerar el cuerpo.

La maratón de Kona es dura, muy dura, sin duda la más dura que yo jamás haya realizado … las condiciones castigan muchísimo y conforme van pasando los kilómetros vas recogiendo triatletas que van muy muy tocados. El paso por el archiconocido Natural Energy Lab (punto de mayor temperatura de toda la isla, km 27) es duro y no es hasta haber salido de el en el km 30 cuando recupero ritmo de carrera a 4.40-4.45 min/km, ni que decir tiene que voy muy muy cansado físicamente, pero más si cabe mentalmente cuando veo que no voy a bajar de las 10 horas (llevaba 3 años bajando de 10 horas en todos los IMs) y sobre todo porque venía con la fuerza e ilusión de haber trabajado mucho y “bien” (quien sabe si bien? Sobre todo en recuperación y descanso, pero oye yo veo y disfruto del triatlón de LD así – machacándome, simplemente me gusta y me “pone” el estar agotado!!!). Cruzo la línea de meta con mi tropa super alegre y feliz y yo con una cara de mosqueo hasta el suelo, mosqueado porque es legítimo estar enfadado con uno mismo sobre todo cuando sabes lo que tienes dentro y de lo que eres capaz, y porque no has sabido/podido sacarlo el día que más falta hacia … y no lo has sacado por errores o factores intrínsecos a uno mismo, cero excusas a la climatología, la bici, organización u otros competidores y 100% de excusas a los errores de Juanma Cárdenas!

El paso de los minutos tras cruzar la línea es agridulce … tendiendo de agrio a dulce porque he de asumir lo que ha pasado, y sobre todo he de asumir que para volver allí (que lo hare 100% seguro!!!) necesito aprender de la experiencia, necesito ser consciente de que terminar en 10 horas ya no es fácil en un mal día, necesito recuperar la ilusión por los entrenamientos cuanto antes y necesito sobre todo planificarme un 2018 que no me queda otra que mirar con mucha ilusión, más que nada porque sé que por muy mal que lo haga nunca podrá ser tan malo como 2017.

La historia continua ….

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